Personajes Ilustres

Personajes Ilustres

Abu Madyan fue un sufí de origen andalusí, nacido en Cantillana en 1116, en el seno de una familia modesta en al-Andalus. Se quedó huérfano siendo niño, teniendo que trabajar para sus hermanos como pastor de ovejas. Lo cierto es que desde joven sintió deseo por el conocimiento, huyendo de casa para embarcar en Algeciras hacia la otra orilla del Mediterráneo.
 
En Ceuta fue pescador y en Marrakech fue obligado a enrolarse en la guardia personal del sultán. Cuando pudo, marchó a Fez iniciando allí estudios coránicos. Allí se formó con grandes eruditos de las ciencias islámicas, entre ellos Ibn Hirzihim o Abu Galib. Posteriormente, conoció a Abu Ya’za, con el que alcanzó la plena realización espiritual, convirtiéndose en maestro de otros sufíes.
 
Al morir su maestro Abu Ya’za partió a Oriente, pero se estableció en Bugía (1177), donde había una importante comunidad de emigrantes andalusíes, dejando ver su sabiduría y santidad entre sus discípulos y el pueblo, especialmente entre los que se acercaban a sus sesiones de admonición, donde trataban asuntos diversos relacionados con temas doctrinales o políticos.
 
Abu Madyan no fue bien visto por las autoridades religiosas y políticas jamás, ya que hacía defensa de la justicia social y reivindicaba la necesidad de sinceridad en los líderes sociales y políticos. Para él, los verdaderos sultanes eran los pobres o sufíes. Tal fue su repercusión que su fama se extendía por todo el Magreb y al-Andalus. En Tremecén lo consideran su santo patrón desde su muerte en 1198.
 
*Para más información sobre este personaje consultar apartado Cantillana Andalusí.
Fue un médico y anarquista nacido en Guadalcanal en 1879, que murió exiliado en Veracruz (México) en 1970.
 
Sus padres gestionaban una confitería y pequeñas fincas agrícolas, poniendo mucho empeño en que sus hijos estudiaran.
 
Pedro estudió bachillerato en Sevilla para, posteriormente, trasladarse a Cádiz, donde estudió medicina. Fue aquí donde conoció a Fermín Salvochea, anarquista andaluz muy relevante, y donde se inició su militancia anarquista. Ambos se trasladaron a Madrid, donde formaban parte de comandos subversivos, por lo que fue detenido y encarcelado. Tras su libertad en 1902, se fue exiliado a París para conocer el movimiento anarquista europeo y continuar sus estudios de medicina. Allí fue acusado de participar en el atentando que se cometió contra el rey Alfonso XIII. Esto le costó varios meses en la cárcel, hasta que se celebró el juicio y quedó absuelto. En 1906 se traslada a Londres, donde estudia medicina y biología, y donde nace su hija Josefine Colbach.
 
Cuando regresa a Sevilla, consigue que le convaliden los estudios de medicina y empieza a trabajar en el Hospital de las Cinco Llagas. En este hospital estudió a fondo las estrategias para curar la tuberculosis.
 
Llegó a instalarse en nuestro pueblo, haciendo realidad su sueño: construir un sanatorio para tuberculosos, llamado Vida. Fue construido por suscripción popular gracias a la ayuda prestada por el periódico El Liberal, cuyo director era José Laguillo. Pero Pedro denunció que la principal causa de la tuberculosis era las condiciones antihigiénicas que tenían las viviendas y la inadecuada alimentación. Con el estallido de la Guerra Civil, este sanatorio quedó en desuso, para posteriormente ser habilitado como vivienda, que adquirió una familia.
 
Su conocimiento sobre la “cuestión agraria” y su reconocimiento entre campesinos y jornaleros tuvieron gran influencia en Blas Infante, con quien tenía una gran amistad. En este periodo también fue perseguido, teniendo que soportar periodos de cárcel, que aprovechó para promover condiciones higiénicas más favorables para los presos.
 
Durante la Guerra Civil estuvo en diversos destinos, hasta que finalmente tuvo que cruzar la frontera y exiliar a México, donde consiguió el cariño de la gente y el reconocimiento de las autoridades.
 
En los últimos años de su vida, escribió sus memorias y dos libros, Aspectos de la América actual y Crónica de un revolucionario. Manuel Morón lo interpretaría en 2002 en la película Una Pasión Singular, que trata sobre la vida de Blas Infante.
Manuel Ruiz Regalo, fue un torero nacido en Cantillana el 25 de febrero de 1952.
 
Su apodo, Manili, fue tomado del matador de toros Manuel Muñoz, nacido en Villanueva del Río y Minas.
 
Debutó en público en 1973. Su presentación, que fue en Madrid como novillero, fue en el año 1975. Un año más tarde tomó la alternativa en Sevilla, siendo apadrinado por Curro Romero, con Palomo Linares de testigo. La confirmó en 1978, apadrinado por José Luis Galloso, siendo testigo en esta ocasión Julio Robles.
 
En 1983, en la Maestranza, salió por la Puerta del Príncipe con toros de Miura. También salió por la Puerta Grande en las Ventas en 1988, después de una gran actuación con toros muy serios y de gran movilidad pertenecientes a la ganadería de Miura, en la Feria de San Isidro.
 
Actualmente es vecino de nuestra localidad.
Fue un cantaor de Cantillana conocido como El Sevillanito y de reconocido renombre en todo el mundo en la historia del arte del cante flamenco.
 
Su primera actuación fue en Sevilla con 14 años (cobrando por aquéllos entonces 20 pesetas). Posteriormente, recorre España y América con la compañía teatral de María Guerrero y Fernando Mendoza. Además, gana en Málaga la Copa del Príncipe de Asturias, concurso en el que participaron 25 intérpretes.
 
Este cantaor realizó numerosas grabaciones discográficas, sobre todo de fandangos, algunas de ellas a trío con El Carbonerillo y Pepe Pinto. En 1930 actuó en la obra flamenca Nobleza Gitana y en la obra de Granada y Sobrevila, La Hija de Juan Simón.
 
Residió durante muchos años en Barcelona, hasta que vuelve a Sevilla, donde permanecerá en una residencia de ancianos hasta su muerte.
Manuel Campos Espinosa, nacido en Cantillana en 1950, fue futbolista profesional, jugando de portero y militando en equipos como el Real Betis Balompié, RCD Mallorca, Elche CF y Valladolid CF, siendo campeón de la I Copa de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I, en 1977 con el Real Betis Balompié.
 
Durante su infancia, ya se empiezan a ver las dotes como portero mientras juega al fútbol con los amigos. A sus 11 años de edad comienza a jugar en el equipo del pueblo, y es a sus 15 años cuando unos ojeadores del Real Betis Balompié empiezan a seguirlo en sus partidos. Más tarde es fichado por este club, el cual, lo cede al Atlético Sanluqueño donde militará dos años. Al ver su grandes cualidades, como eran sus reflejos, agilidad y gran solvencia en el juego aéreo, junto con su gran proyección, el Real Betis Balompié vuelve a reincorporarlo en sus filas para que en la 1ª jornada de la Liga 71/72, debutará en 1º División ante el Real Madrid.
 
Fue jugador del Real Betis Balompié hasta la temporada 80/81, cuando decide retirarse del fútbol profesional. A finales de los 70 inaugura la Peña Bética "Manuel Campos" en Cantillana y en el año 2008 el Ayuntamiento de Cantillana le otorga su nombre a una de las calles de esta localidad sevillana.
José Pérez Ocaña nace el 24 de marzo de 1947 y muere el 18 de septiembre de 1983 en Cantillana. Anarquista y activista del LGBT español (siglas que designan colectivamente a lesbianas, gais, bisexuales y transexuales), fue un pintor autodidacta, ingenuo y espontáneo que utilizaba colores brillantes y contrastados.
 
Era homosexual reconocido,  y estaba orgulloso de ello, pero tuvo que abandonar nuestro pueblo en 1971 debido a la intolerancia y a la marginación, trasladándose a Barcelona, ciudad donde expresó su arte y sus transgresoras ideas. Allí vivió en la Plaza Real, donde tenía un altar con la imagen de la Virgen de la Asunción llena de flores en el balcón. Vivió en una buhardilla, de forma humilde, trabajando como pintor de brocha gorda para subsistir.
 
Fue en Barcelona donde conoció a artistas como Nazario y Copi y donde desarrolló su vida artística en ambientes homosexuales. Pese a vivir en Barcelona, pasaba largas temporadas en nuestro pueblo, residiendo en casa de su madre y su hermana.
 
Ocaña destacó por su forma de vida, por expresarse libremente sin atender a las consecuencias. Era un personaje típico de las Ramblas, se travestía sin ningún reparo a plena luz del día, caracterizando escenas de Andalucía y de su devoción religiosa.
 
En 1983, volvió a nuestro pueblo para celebrar una fiesta de carnaval, y para reunirse con su familia. El artista hizo un original disfraz de sol, con papel, telas y bengalas. Este disfraz prendió fuego, y le produjo quemaduras muy graves, que junto a la hepatitis que Pérez Ocaña sufría, produjeron su muerte. Está enterrado en el cementerio de nuestro pueblo, en una original tumba en el suelo.
 
Respecto a su obra, cabe decir que se componía fundamentalmente de vírgenes andaluzas y de altares, realizó varias exposiciones calificadas como arte naïf. En 1978, Ocaña protagonizó una de las pocas películas que se habían hecho hasta la época sobre el tema de la homosexualidad, Ocaña, retrato intermitente, de Ventura Pons, en la que se habla de su vida, representándose a él mismo.
 
Han sido varios los homenajes rendidos a Pérez Ocaña:
·         Nazario le rindió homenaje en el cómic Alí Babá y los 40 maricones.
·         Carlos Cano le dedicó la canción Romance a Ocaña, que también fue grabada por María Dolores Pradera.
·         María José Magaz Marcos le dedicó el libro de poemas: En tu recuerdo (Barcelona, 1984) ISBN-10: 84-398-1091-1 / 8439810911
·         También se le han dedicado obras de teatro, como Copi i Ocaña al Purgatori, de Marc Rosich. y, los que le conocieron, no dudan de la relevancia de este personaje.
·         El 25 de septiembre de 2009 se le rindió homenaje en un sentido acto en la Plaza Real de Barcelona.
·         Juan José Moreno y Manuel Huete dirigen el documental, Ocaña, la memoria del sol donde se acercan a través de testimonios, fotografías e imágenes inéditas (2009).
·         El museo de arte contemporáneo de Madrid reconoció su pintura y le dedicó una gran exposición.
·         En Cantillana, el ayuntamiento rotuló una avenida a la que puso su nombre.
·         El último se le ha rendido en nuestro pueblo por el 30 aniversario de su muerte, con la celebración de varias actividades y una exposición donde se han expuesto sus obras.
 
Para más información de este artista:  http://larosadelvietnam.blogspot.com.es/
Blas Infante nace en Casares (Málaga) en 1885, fue un político español considerado el Padre de la Patria andaluza, por ser el máximo ideólogo del regionalismo andaluz.
 
Realiza sus estudios primarios en la escuela de Casares, para después estudiar bachillerato en Archidona. En 1899, estudió el último curso de bachillerato por libre, sin asistir a ningún instituto, debido a la mala situación económica de su familia, y en 1904, se matricula como alumno libre en la Facultad de Derecho de Granada. Al licenciarse en Derecho, estudia también Filosofía y Letras. Años después aprueba las oposiciones de notario, teniendo que esperar un año hasta cumplir los 25 para poder ejercer como tal.
 
Fue en 1910 cuando llega a Cantillana, tomando contacto con el ambiente intelectual de Sevilla, con las ideas políticas regionalistas y con los miembros del Ateneo sevillano. En Cantillana estuvo hasta 1923 ejerciendo de notario. Fundó la Fiesta del Árbol en las escuelas, que en los años de la república se celebraba en Cantillana.
 
Se inspiró en un canto penitencial que cantaban los jornaleros cantillaneros durante su trabajo, dedicado a las solemnidades religiosasel Santo Dios, para años más tarde crear el Himno de Andalucía. Cantillana es, por tanto, la cuna del  Himno de Andalucía.
 
Se casó en Peñaflor con Doña Angustias García de Parias, transladándose ambos a vivir a Cantillana, donde nacieron sus tres hijas: Alegría, María Luisa y María de los Ángeles. Sólo el último hijo, Luis Blas, nació en Coria del Río, donde Blas Infante trasladó la notaría.
 
En 1915 se publica su obra más importanteEl Ideal Andaluz, donde explica su visión personal de la historia, la identidad y los problemas de Andalucía, así como las propuestas para su fortalecimiento. En el año 1918, en la Asamblea de Ronda, se aprueba la propuesta de Blas Infante de adoptar como insignias de Andalucía una bandera verdiblanca y un escudo con Hércules. Un año después firmó el Manifiesto andalucista de Córdoba, que define el concepto de Andalucía entendida como nacionalidad histórica dentro de una España federal.
 
Después de un viaje a Marruecos para conocer a sus supuestos descendientes, se convierte al Islam, adoptando el nombre de Ahmad. Su familia, que no acepta su supuesta conversión, desmiente su filiación islámica, afirmando que era admirador de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz, además de benefactor del convento de Madres Dominicas de Sevilla.
 
Durante la dictadura de Primo de Rivera rechazó colaborar en ella, y en represalia fueron clausurados los Centros Andaluces que fundó en 1916 y los editores de la revista Andalucía como plataforma del andalucismo político.
 
Con la proclamación de la República de 1931, Blas Infante presidió la Junta Liberalista de Andalucía, presentándose a distintas candidaturas por el Partido Republicano Federal, no obstante, no consiguió representación parlamentaria.
 
Fue en 1933 cuando propuso que la melodía del canto religioso Santo Dios, fuera el Himno de Andalucía, cambiándose la letra por un texto suyo. El himno y la bandera con el escudo son actualmente los símbolos oficiales de Andalucía. 
 
Tras las elecciones de 1936, con la victoria del Frente Popular, el movimiento andalucista recobró fuerzas, y se proclamó a Blas Infante presidente de honor de la futura Junta Regional de Andalucía. Pero a los pocos días, estalló la Guerra Civil, y varios falangistas le detuvieron en su casa de Coria del Río, y fue fusilado el 11 de agosto de 1936.
 
Andrés López Muñoz (también llamado Andrés Francisco, de ahí el seudónimo de Curro), El barquero de Cantillana, es el personaje real en el que se basa al conocido bandolero Curro Jiménez.
 
Fue hijo del barquero cantillanero que llevaba los pasajeros y mercancías por el Guadalquivir desde Cantillana a Sevilla. A la muerte de su padre, el alcalde encargó el trabajo de barquero a otra persona, y no a él, generándose así una enemistad ente ambos, lo que hizo que nadie en el pueblo le ofreciera trabajo por miedo a enemistarse con el alcalde.
 
A los 18 años, entabla una relación con la prometida de Enrique, hijo del alcalde, recibiendo por esto una paliza de Enrique y de dos primos suyos. Por la influencia del alcalde, los agresores fueron absueltos judicialmente. Tras esto, fue a casa del alcalde y mató a navajazos a Enrique y a los dos primos y huyó al monte, convirtiéndose en bandolero. 
 
En Cantillana, acompañado de su banda, prendió fuego al cortijo donde el alcalde almacenaba la cosecha del año. Éste organizó a ediles de otros municipios para crear una partida de escopeteros para acabar con él.
 
Posteriormente, se enamoró de Amparo, hija del alcalde de La Algaba, y se estuvieron viendo hasta que, al enterarse el alcalde, ella se marchó con él al Cortijo de Las Cañas, guarida de la banda, para más tarde ir a Burguillos, a casa de una parienta del padrino de Amparo. El alcalde de La Algaba creó una partida para acabar con él, que tampoco tendría éxito.
 
Estando en busca y captura fue delatado a cambio de una recompensa, siendo abatido por la Guardia Civil en Posadas el 6 de noviembre del 1849. Se encuentra enterrado en la Parroquia de Santa María de las Flores de Posadas, en una tumba con una lápida sin nombre.
 
Su historia ha inspirado la exitosa serie Curro Jiménez de Televisión Española.
 
En Cantillana, en la Calle Serafín Sastre, podemos encontrar la casa donde se piensa que habitó con sus padres.
Antonio Sánchez Palmapintor cantillanero, se trasladó a Sevilla en 1884, por quedarse huérfano. Allí realizó numerosos trabajos para poder subsistir y pagarse los estudios de Bellas Artes.
 
En 1902 cambia su residencia a Madrid, donde realizó copias del Museo del Prado para el Archiduque Carlos Esteban de Austria. Alternó la pintura con trabajos en el campo del grabado y la talla de cristal, siendo premiado por ellos en la Exposición de Productos Sevillanos (1905). En 1910, se trasladó definitivamente a Cantillana, dedicándose a la pintura de paisajes correspondientes a las orillas del Guadalquivir o a los molinos de agua del Viar, ejerciendo, además, la fotografía.
Su pintura evolucionó a unas pinceladas más sueltas, que recuerda al impresionismo. 
 
Entre sus obras más destacadas se mencionan Un mendigo, Angelita, Baile en el patio de los Negritos y Una cofradía en Sevilla, todos en colecciones privadas de nuestro pueblo.
 
En la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción podemos ver algunas de sus obras neobarrocasSanto Tomás de Villanueva y Dolorosa.
Dulce Sueño, 1913

Dulce Sueño, 1913

Este pintor nació en nuestro pueblo en 1864; bajo la protección de Francisco Palazuelos se trasladó a Sevilla para estudiar en la Escuela de Bellas Artes con el maestro Eduardo Cano de la Peña.

En 1887, consigue de la Diputación sevillana una plaza de pensionado en Roma. En ese período estudió la estética historicista del momento y el dibujo de corte académico, forjándose su personalidad artística en caminos opuestos, más afines a su sensibilidad popular, definiéndose ya su temática en escenas de corte costumbrista, retrato y paisaje que conformarán la mayor parte de su producción artística. Regresa a España en 1892 y establece contacto con el pintor José Jiménez Aranda con quien se sintió muy unido personal y artísticamente, ya que se desposó con su hija en 1895. 

Su obra se exhibió, sobre todo al inicio de su carrera, en círculos privados, concurriendo ya más tarde a las Exposiciones Nacionales de 1892 y 1895 con obras de género como El cuento del abuelo –que también fue presentada en la Universal exhibición de Chicago de 1893– y La nana, con las que consiguió sendas medallas de tercera clase. En la de 1897, con El mercado de Sevilla, de marcado acento costumbrista, ganó una segunda medalla.

Cuando murió el pintor Federico Eder en 1906, fue nombrado académico de mérito de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla y profesor de dibujo de su escuela; tarea que desempeñó hasta 1909, en que emprende viaje a la Argentina. Cubierto por la seguridad económica que le producía la docencia en la Escuela Provincial de Bellas Artes de Córdoba (Argentina) y los constantes encargos retratísticos, pudo durante los quince años que duró su estancia en ese país, explayar su creatividad pictórica y musical, componiendo e interpretando magistralmente piezas al violín.

La realización en 1913 de un gran lienzo alegórico de más de ocho metros para el techo del Salón de Grados de la Universidad cordobesa y su deterioro irrecuperable a lo largo de la siguiente década, determinó con un rictus de amargura su vuelta a España y así en 1923 regresa a su patria con el empeño de realizar –al estilo de La visión de España de Sorolla para la Hispanic Society de Nueva York– quince trípticos, de marcado carácter etnográfico, sobre las costumbres regionales españolas. Dicho trabajo, concebido por un puro impulso personal y realizado a lo largo de cinco años, se expuso con gran éxito en 1928 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, desmembrándose posteriormente la colección en el mercado artístico catalán.

Apartado totalmente de la pintura en los últimos años de su vida, muere en Sevilla el 7 de enero de 1950. 

Su producción artística incluye una amplia temática, en su primera etapa trata desde el tema costumbrista, hasta el retrato y el paisaje, incluyendo diversas obras realizadas en la costa andaluza de Rota y Chipiona, siendo claramente perceptible la influencia de Sorolla en estos trabajos.

En su etapa de madurez predominan los temas regionales y paisajísticos, especialmente los de Alcalá de Guadaira a las afueras de Sevilla. Entre sus obras destacan: 

    • El Gladiador (1888), expuesto en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
    • El cuento del abuelo (1890).
    • La nana (1895).
    • Por la Patria (1897).
    • El mercado de Sevilla (1897).
    • La pisa de uva en Andalucía (1903).
    • Cargando el barco (1907).
    • Dulce sueño (1913).
    • Ranchos argentinos (1918).
    • El comedor de los pobres (1920).
    • Retrato de José Jiménez Aranda, conservado en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla.

 

 

Plaza del Palacio

Primer Conde de Cantillana. Gran prosperidad e importancia alcanzó Cantillana bajo el gobierno de los condes. Se crearon cátedras de gramática, dotada suficientemente con una capellanía, se impulsó la agricultura y las industrias y se constituyó el pueblo como villa por sí y ante sí, con facultad para elegir sus propias autoridades. También recosntruyeron la Iglesia Parroquial de la Asunción, donde podemos ver sus escudos de armas.

Documentación: Hernández, Sancho Corbacho y Collantes de Terán: Catálogo Arqueológico y Artístico de la provincia de Sevilla. Tomo II. Morales, Sanz, Serrera y Valdivieso: Guía Artística de Sevilla y su Provincia. Arias Solís, Florencio: Cantillana.